Si usted entra ahora en Goggle y hace una búsqueda con las palabras camillero y papa, verá que los veinte primeros resultados se refieren al ataque de un camillero de la Cruz Roja cubana a un asistente a la misa del Papa en Santiago de Cuba que gritó "abajo el comunismo" poco antes del incio de la celebración.
Si usted hace la misma búsqueda, pero limitándose a los sitios del domino cubano ".cu", no hallará ni una sola referencia al incidente en los cien resultados que aparecen. El primer enlace que verá es un artículo de Juventud Rebelde que tiene un título irreprochable: "El mejor oficio: hacer el bien". Hay otro que lleva el sugerente encabezado de "Respuestas certeras frente a golpes enemigos", pero —contra todas las probabilidades— no trata del incidente de la misa papal.
Tampoco en el sitio de la Cruz Roja Cubana hay ninguna referencia al asunto, a pesar de que ayer se informó que el camillero había sido expulsado de esa entidad. En la sección "Al día" tienen noticias de evidente relevancia e interés como, por ejemplo, una sobre "El tomillo, una cura potencial para el acné" y otra que hace una advertencia devastadora para el futuro del ciclismo femenino: "Montar bicicleta puede afectar a la sensibilidad genital de las mujeres". Pero no se dice nada del atlético camillero de Santiago.
Todo parece indicar que ninguna persona de las que escriben en los dominios ".cu" tiene nada que decir al respecto. Será que los periodistas, blogueros y comentaristas que escriben en esos dominios coinciden en que es un hecho sin importancia. No solo eso: ni uno solo de ellos cree que valga la pena comentar, criticar o rebatir la algarabía que ha hecho cierta prensa sobre el asunto. Es un caso de coincidencia nacional casi milagroso. Esa unidad singular, si bien no es frecuente, es sin dudas posible. Bastaría recordar el caso de Corea del Norte, por ejemplo...