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Friday, January 13, 2017

Barack Obama: el Donald Trump de los cubanos

Imagen tomada del sitio web http://www.youthensnews.com/

A una semana de dejar el cargo, de un plumazo —como es su costumbre— el presidente Obama acaba de construirle a los cubanos el muro que tanto escándalo produjo cuando Trump se lo prometió a los mexicanos. Muchos se escandalizaron y denunciaron a Trump por racista, troglodita e inhumano cuando comenzó a amenazar con construir su muro. Es curioso que ahora algunos de ellos “entiendan” la decisión de Obama, que convierte el Estrecho de la Florida en el muro más ancho del mundo.

Olvidemos por un momento la historia de la Ley de Ajuste Cubano. Olvidemos “detalles” como el hecho de que en Cuba hace 60 año existe una autocracia en la que el mandante siempre tiene el mismo apellido. Olvidemos que esa autocracia tuvo armas nucleares en su territorio y que su líder rogó a la Unión Soviética que las usara para un ataque nuclear “preventivo” contra Estados Unidos que diera inicio a la Tercera Guerra Mundial.  

Vayamos al caso que nos ocupa armados de amnesia. Consideremos que Cuba es un país igual que cualquier otro —México, por ejemplo. Consideremos entonces las razones que se dan para la decisión de enviar de vuelta a la Isla a cualquier balsero que sea sorprendido en los Estados Unidos sin visa. 

1. Dice Obama —y el gobierno cubano y quienes apoyan a alguno de los dos— que los cubanos gozaban hasta ayer de un privilegio inmerecido: poder quedarse en Estados Unidos sólo por el hecho de llegar. “Que sean como todos los demás”, dicen. Es la misma lógica en la que se basa Donald Trump para construir su muro. ¿Por qué los mexicanos, por hecho de tener la frontera, deben ser privilegiados y venir a Estados Unidos cuando les dé la gana y, luego de unos años, poder recibir estatus legal?, dirá Trump. ¿No es eso una injusticia con los indonesios, por ejemplo? Pues que todos sean indonesios: así todos seremos iguales. Sólo así se hace justicia.

2. Dice Obama —y el gobierno cubano y quienes apoyan a alguno de los dos— que la emigración entre Cuba y Estados Unidos debe hacerse de forma ordenada y legal, respetando a pie juntillas las leyes de ambos países; que no puede permitirse ese relajo de que cualquier cubano entre a Estados Unidos cuando le dé la gana, caray. Es exactamente la misma lógica que usa Donald Trump —y los que votaron por él— para proponer que se haga un muro en la frontera con México y se deporte a los indocumentados.

3. Dice Obama —y el gobierno cubano y quienes apoyan a alguno de los dos— que permitir a los cubanos que se queden tras cruzar el Estrecho de la Florida en una balsa es una manera de asesinarlos, pues muchos mueren en la travesía. Y el estado de cosas vigente hasta ayer alentaba el tráfico humano y miles de actos ilegales o riesgosos. Lo mismo —exactamente lo mismo—, podría decir Trump para justificar su muro: también en los desiertos de la frontera mueren muchos indocumentados y miles de coyotes se aprovechan de la desesperación de los posibles inmigrantes ilegales. Hacer el muro y deportar a todos los indocumentados —podría decir Donald Trump si quisiera— evitaría todas esas muertes y esas ilegalidades.

La única diferencia entre ambas posiciones es que Trump ha propuesto sus medidas antes de ser presidente, para que los votantes pudieran decidir si estaban de acuerdo o no con su plan antes de votar por él. Obama ha hecho lo mismo, pero de una manera que huele a traición y cobardía: de un plumazo, una semana antes de salir de la Casa Blanca. (Trump dice ahora que se propone deportar “sólo” 2 o 3 millones de indocumentados: exactamente los mismos que deportó Obama.)

Dirá alguno que hay razones políticas y legales para defender el plumazo de Obama. Efectivamente, son las mismas que se usan para justificar el muro y las deportaciones de Trump. Lo que parece absolutamente irrazonable y mendaz es decir que Trump es inhumano y racista cuando quiere ponerle muros a los mexicanos y luego defender a Obama cuando de un plumazo le levanta el muro a los cubanos.

4 comments:

  1. La única alternativa al muro que acaba de levantarle Obama a Cuba o al que está por construir Trump es retirar la patrulla fronteriza de las fronteras de EE.UU. y permitir que arribe a este país todo el que pueda hacer la travesía; “como era en un principio” hasta que los padres fundadores de EE.UU. tomaron cartas en el asunto. La primera ley migratoria de EE.UU. se firmó en 1790, tres años después de adoptada la constitución. Pero ese asunto es más complicado y no creo que se pueda resolver ni ahora ni en el futuro.
    Hablemos entonces de racismo y traición, dos palabras que menciona Tersites. Ninguna ley migratoria de EE.UU. ha sido más racista, con respecto a las leyes migratorias de este país para el resto de los latinoamericanos, que la Ley de Ajuste Cubano. Cuando en 1995 Clinton cambió la ley de los EE.UU. de conceder asilo a todos los cubanos y propuso la Ley de Ajuste Cubano implementando pies secos/pies mojados, tenía 20.000 cubanos en la base de Guantánamo y Cuba estaba pasando por el período especial. La Ley de Ajuste Cubano no podía ser más injusta al quitarles a los cubanos el asilo automático durante la peor crisis económica de la isla, pero incluso en ese momento era una ley racista. Durante los primeros años de la década de los noventa, antes y después del golpe de estado a Aristide, miles de haitianos salieron de Haití en yola rumbo a Puerto Rico o a EE.UU., y muy pocos recibieron asilo. Hoy en día la situación económica y política de ambos países sigue siendo más o menos la misma, incluso es peor en Haití, sin embargo, los cubanos que hasta hace dos o tres días llegaban a territorio norteamericano eran recibidos mientras que los haitianos eran deportados. ¿Por qué ese privilegio a los cubanos? Por razones políticas, pero no por eso la ley deja de ser racista.
    Ahora, hablemos de traición. Desde que Raúl Castro comenzó la “actualización socialista” y hace cuatro años autorizó a los cubanos a salir legalmente de Cuba hasta por dos años sin perder sus bienes o residencia (algo inimaginable en 1995), todos esperábamos que el gobierno norteamericano modificara la Ley de Ajuste Cubano. Era lo lógico. Obama, sin embargo, no lo hizo. Estableció relaciones con Cuba, con lo que nunca he estado de acuerdo a pesar de las tres cosas bien dichas que les dijo al gobierno y al pueblo cubano, y levantó prácticamente casi todas las sanciones económicas al país. Lo próximo tenía que ser la Ley de Ajuste Cubano. Y ya vendrá el levantamiento total de embargo, dependiendo de los intereses económicos de Trump. Nos duela o no, Obama ha sido consecuente en su estrategia hacia Cuba. No pienso que se traicionara a sí mismo y mucho menos a su país, teniendo en cuenta que la política de los EE.UU. hacia Cuba ha sido criticada en todo el mundo. La forma “traicionera” en que lo hizo sólo habla bien de su prudencia. Si hace tres o cuatro meses Obama hubiese dado “el plumazo”, ahora diríamos que Hillary perdió la Florida por culpa de Obama. Pero si hablamos de traición tendríamos que hablar de cómo hemos traicionado casi todos nosotros a nuestra patria. Por eso estoy aquí, hablando sandeces desde NY en lugar de estar hablándolas en el parque de Artemisa.

    Lo siento profundamente por los cubanos que se quedaron a medio camino, por los cubanos a los que se les ha acortado aún más el sueño y me siento fatal por escribir lo anterior desde este lado del charco. Hubiese querido que Obama no firmara semejante acuerdo, pero tampoco lo puedo tildar de racista y traidor. De Trump no puedo hablar, es el único “ser humano” anaranjado del que he tenido noticia.

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    1. 100% de acuerdo contigo. Soy cubana y vivo en Miami. Creo que los cubanos deberíamos estar agradecidos de haber disfrutado de esta ley por 21 anos. Con la apertura de relaciones de EUA con Cuba en 2014, este cambio se veía venir y por ende la inmigración a partir de entonces se duplico.
      Este fue un beneficio que no se ofrecio a ningún otro país y los cubanos mas que lo usaron, hasta abusaron de sus beneficios económicos. Incluso muchos cubanos, al menos en Miami miraban al resto de los latinoamericanos con desdén y apoyaban la construcción del muro de Trump porque contaban con la entrada por la puerta.
      Los cubanos seguimos disfrutando de la ley de ajuste cubano por ahora. Lo que eliminan es la ley de pies secos/mojados que les da derecho a establecerse inmediatamente que llegan a suelo norteamericano y les ofrece la ayuda económica por un tiempo.
      Creo que para los que están en camino se les puede hacer el tramite de que le escribamos a nuestros congresistas para que los dejen arribar por un tiempo limitado aunque no cuenten con beneficios económicos. Pero debemos hacerlo dándoles las gracias a los Estados Unidos por habernos apoyado por casi 21 anos.

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  2. Esto se esperaba...primero por la politica del presidente Obama de deshielo esto era lógico que pasara...despues porque esta ley se ha abusado mucho..donde los compatriotas no acaban de poner pies en tierra y YA te dicen que ellos no son politicos y que regresan en cuanto puedan a vera su familia..que es muy humano pero esta ley fue hecha para los perseguidos politicos..ademas que dejan al cubano en calidad de emigrante nada diferente a los otros hermanos latinoamericanos...ahora bien esperen que el Trompeta empiece a gobernar y despues hablamos...

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  3. Esto se esperaba...primero por la politica del presidente Obama de deshielo esto era lógico que pasara...despues porque esta ley se ha abusado mucho..donde los compatriotas no acaban de poner pies en tierra y YA te dicen que ellos no son politicos y que regresan en cuanto puedan a vera su familia..que es muy humano pero esta ley fue hecha para los perseguidos politicos..ademas que dejan al cubano en calidad de emigrante nada diferente a los otros hermanos latinoamericanos...ahora bien esperen que el Trompeta empiece a gobernar y despues hablamos...

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