Powered By Blogger

Saturday, February 1, 2014

La última casa de José Martí


Curiosa imagen de Martí aparecida en la edición del 18 de
marzo de 1895 del diario St. Paul Daily Globe de St. Paul,
Minnesota. Esta es una de las primeras imágenes de Martí
aparecidas en la prensa. La gorra militar, evidentemente
superpuesta por el artista, podría ser un intento de presentar
a Martí como líder militar.
[Este artículo apareció originalmente el 26 de enero de 2014 en Penúltimos Días.]

¿Dónde vivió José Martí los últimos días de su exilio en New York? En su minucioso atlas biográfico titulado Ámbito de Martíde 1954, Guillermo de Zéndegui adelanta la respuesta:
La casa del doctor Ramón L. Miranda, en la calle 64, sirvió de último refugio a Martí antes de abandonar para siempre Nueva York. [...] A la hospitalidad cariñosa del dueño de aquella casa, tronco de patriotas; y a los cuidados y aliento juveniles de Quesada, debió el poder recuperar en poco tiempo las fuerzas y el aliento necesarios para iniciar la ruta definitiva, la más ardua, la que lo conduciría a un tiempo mismo al éxito y a la inmortalidad. Fué en la mañana del 31 de Enero de 1895; la fuerte nevada de la noche anterior había bloqueado materialmente la empinada escalera de la casa.(1)
Es lógico creer la versión de De Zéndegui. Cuando escribió su libro aún vivían muchas personas que habían conocido a Martí en New York. A partir de ahí el dato se vuelve moneda común en la historiografía cubana: Martí había pasado sus últimas jornadas neoyorquinas en la Calle 64 Oeste. La mención casi siempre va acompañada de una indicación melancólica: que la casa ya no existe. 

En el año 2006, al anunciar la emisión de una serie de sellos sobre lugares y personajes relacionados con José Martí, La Gaceta Oficial de Cuba, al describir los sellos con gramática díscola, confirma el dato: "Sellos de 5 centavos de valor, impresos en multicolor, ostentando en su diseño las efigies de José Martí y Gonzalo de Quesada en 1893 y la vista de la casa 116 West 64th. Street, New York."(2)

Mañach, con más pasión y menos detalles, afirma que Martí pasó sus últimos días en la casa de Gonzalo de Quesada(3). No se equivocaba: el Dr. Ramón L. Miranda y su yerno Gonzalo de Quesada vivían en esa época en la misma casa (4). Con este dato en mente, leyendo un día el epistolario martiano me llamó la atención una breve carta de Martí a Gonzalo de Quesada, escrita desde La Vega, República Dominicana, el 18 de febrero de 1895, donde el remitente indica la dirección del destinatario bajo su nombre: 349 W. 46th St., New York. (5) 

¿Por qué dirigía Martí la carta a la calle 46 Oeste y no a la 64 Oeste donde se suponía que vivía Quesada, y donde Martí habría vivido sus últimas semanas en New York? ¿Estaría esa casa, tan cercana a Times Square, aún en pie? Tratando de responder esas preguntas hallé un par de detalles que podrían ser de interés.

La casa de la calle 46

Aspecto actual de la cada del
349 West 46 Street. Foto del autor.
(Pulsar para ampliar) 
En primer lugar, en numerosos documentos de la época se indica la casa de la calle 46 como la residencia del Dr. Miranda y de Gonzalo de Quesada. El primer documento que he podido hallar donde se menciona la casa de 116 West 64th. Street como residencia del Dr. Miranda es la guía de la Asociación Médica del Condado de New York, titulada Register of Members: Manual of Information, que dice tener la información actualizada hasta el 30 de junio de 1895, por lo que debe haber sido publicada poco después de esa fecha.(6) 

La casa de la calle 46, por otra parte, aparece en numerosos documentos de fines del siglo XIX y por varias razones. Allí radicó, por ejemplo, la Sociedad de Beneficencia Hispano-Americana, fundada por el Dr. Miranda, mencionada en varios libros y guías de la época.

Hace un tiempo, y cámara en mano, me fui a la calle 46, entre la 8a y la 9a avenidas, una cuadra que hoy llaman 
Restaurant Row por la razón obvia de que allí pululan esos negocios. Busqué la casa #349 y para mi sorpresa me encontré frente a un club de jazz, el Swing 46. La calle, a menos de dos cuadras de Times Square, increíblemente conserva el mismo aspecto que tenía en el siglo XIX. El #349 es un típico brownstone que, por desgracia, parece haber sido "modernizado" con el método expedito de robarle su gracia decimonónica: en algún momento lo desnudaron de los elementos ornamentales que aún exhiben las casas aledañas.

Comparación de la casa #349 con la adyacente,
que mantiene su estado original. Foto del autor.
Buscando en los sitios web de bienes raíces de New York, descubrí que los archivos indicaban que la casa había sido construida en 1920. De ser cierto ese dato nada quedaría de la casa de los Miranda-Govín que yo buscaba. Y sin embargo, aún para un ignorante de la arquitectura como este amanuense, era evidente que la casa debía ser anterior a esa fecha.

El primer artículo que suelo leer cada sábado en la edición de fin de semana del New York Times es "Streetscapes", una deliciosa columna que desde 1987 escribe Christopher Gray sobre la historia arquitectónica de New York. Para aclarar el año de construcción de la casa de mis desvelos pensé enseguida que mi hombre en New York era Christopher Gray. Decidí escribirle... con pocas esperanzas de que me respondiera. Le envié un correo electrónico con las fotos que había tomado y mis preguntas sobre el año de construcción de la casa. Tres horas después recibí su respuesta. "Most absolutely definitely a house of the 1860s/70s/very early 1880s." (Sin duda alguna, definitivamente, es una casa de la década de 1860, 1870 o de inicios de la década de 1880".) (7)

Más tarde hallé en un número del New York Times del año 1920 una noticia que explicaba la aparente contradicción: en ese año varias de las casonas estilo townhouse de esa cuadra habían sido subdivididas en pequeños apartamentos, como tantos otros townhouses de New York durante el siglo XX.
De modo que sí, Swing 46 era la misma casa donde habían vivido el Dr. Miranda y Gonzalo de Quesada hasta 1895; pero, ¿sería allí donde Martí vivió sus últimos días neoyorquinos? ¿Y por qué entonces pensaba todo el mundo que había sido en la de la calle 64? Y si no era esa la casa, ¿por qué Martí le escribía a Gonzalo de Quesada a esa dirección?

La nota necrológica de Luciana Govín de Miranda


Párrafo de la nota necrológica de Luciana Govín de
Miranda en la edición del 11 de octubre de 1897
del New York Times.
Unas semanas después de los mensajes de Christopher Gray hallé la respuesta definitiva. El lunes 11 de octubre de 1897, el New York Times publicaba la noticia de la muerte de Luciana Govín, esposa del Dr. Miranda, suegra de Gonzalo de Quesada e hija de Félix Govín, fallecida el viernes anterior. En uno de sus párrafos finales, dice la nota: 

Cuando José Martí estaba en este país en 1895 e intentó sin éxito enviar una expedición filibustera a Cuba desde la Florida, se refugió por dos semanas en la casa de la Sra. Miranda, que estaba entonces en el número 349 de la Calle 46 Oeste. Martí le confió a ella muchos de sus planes para llevar a cabo la guerra, y dejó en su poder numerosos documentos. Poco después, cuando Martí abandonó Nueva York para unirse al general Gómez en Santo Domingo, la Sra. Miranda colaboró con grandes sumas de dinero como ayuda a la causa cubana.(8)

El artículo del New York Times no deja lugar a dudas: contrariamente a lo que vemos repetidamente en los libros, la última casa de José Martí fue la del #349 de la calle 46 Oeste, que aún existe, y donde hoy se encuentra el club Swing 46. Los Miranda-Govín y los Quesada-Miranda no vivieron en la calle 64 hasta después de la partida de Martí. Martí sin dudas visitó esa área, pues la familia Baralt vivía en el #135 de la calle 64 Oeste, pero casi seguramente nunca estuvo en la casa donde se ha afirmado que pasó sus últimos días en New York.


Notificación de la venta de la casa del 349 W. 46th St.
En la sección de bienes raíces del New York Times del 25 de abril de 1895 se halla la última pieza del rompecabezas: se notifica allí la venta de la casa del #349 de la calle 46 Oeste. La cronología queda entonces clara. El 30 de enero Martí partió hacia Cuba desde la casa de la calle 46. En abril los Miranda-Govín vendieron esa casa. Y en junio estaba ya viviendo en la de la calle 64. Menos de tres meses después de que Martí saliera de ella por última vez, aquel townhouse de la 46 ya no pertenecía a los Miranda-Govín, y el rastro de Martí comenzaría a borrarse de sus paredes de ladrillo.

La importancia de esa casa para la historia cubana es notable. Luciana Govín, el Dr. Miranda y Gonzalo de Quesada hicieron de ella uno de los lugares de referencia para los emigrados cubanos de New York. Esa fue la casa que visitó Martí frecuentemente. De allí salió, acompañado por Miranda y por Quesada, a celebrar su último cumpleaños en Delmonico's el 28 de enero de 1895. Allí escribió dos días después la orden de alzamiento que enviaría a Juan Gualberto Gómez en un habano y que daría inicio a la Guerra del 95. Fue de esa casa de donde partió definitivamente a Cuba en la fría mañana del 30 de enero de 1895, bajando por los escalones tan cubiertos de nieve entonces como los encontrarán hoy los amantes del jazz que vayan a disolver la noche en música y tragos al club Swing 46. 

Casas de la misma cuadra, que conservan el mismo aspecto que tendrían
en 1895. Posiblemente esta fue una de las últimas escenas de New York
que vio José Martí esa mañana del 30 de enero de 1895 al partir
definitivamente para Cuba. Foto del autor.


Notas
(1)  Zéndegui, Guillermo de. Ámbito de Martí, página 136. La Habana, Cuba: P. Fernández y Companía, 1954.

(2)  Gaceta Oficial No. 048 Ordinaria de 14 de julio de 2006, página 884. La Habana, Ministerio de Justicia, 2006

(3)  Mañach, Jorge. Martí, el apóstol, páginas 226 y 227. Madrid, España: Espasa-Calpe, 1933

(4)  Hay numerosos documentos de la época que confirman este detalle. Un ejemplo es The New York Charities Directory de 1895. En la página 125 de esa guía aparece la Sociedad de Beneficencia Hispano-Americana de Nueva York, que residía en casa del Dr. Miranda. En la lista de directivos aparecen en Dr. Miranda como presidente y Gonzalo de Quesada como secretario, y se indica la misma dirección para ambos. Quizás donde yerran ambos —Zéndegui y Mañach—, es en adjudicar la propiedad a los señores de la casa. En el sentido más estricto, la casa probablemente sería propiedad de Luciana Govín, esposa del Dr. Miranda e hija del acaudalado Félix Govín. 

(5)  Martí, José. Obras completas. Tomo 4, página 62. La Habana, Cuba. Editorial de Ciencias Sociales, 1975. Martí escribió varias cartas a Gonzalo de Quesada desde su salida de New York el 30 de enero de 1895 hasta su muerte el 19 de mayo —casi todas más largas y significativas que la que nos ocupa—, pero esta breve nota es la única donde aparece la dirección de Quesada bajo su nombre, quizás por el carácter oficial de la misma:

                                                                            La Vega, 18 de Febrero de 1895
Sr. Gonzalo de Quesada
Secretario de la Delegación
349 W. 46th. St., New York
Mi amigo muy querido:
Con comisión especial, y sólo fiable a hombres de su mérito, va a esa ciudad, a concertar detalles con Tesorería, nuestro noble amigo el Sr. Eleuterio Hatton. El merece nuestra mayor estimación, y yo ruego a Vd. que en todo se la muestre, en lo oficial y en lo privado. Pocos hombres hay de su generosidad y reserva.
Saluda a V. muy afectuosamente
                                                                            El Delegado
                                                                            José Martí

(6)  New York County Medical Association. Register of Members: Manual of Information, página 62. New York. 1895

(7)  En varios mensajes posteriores, Gray me dio otros detalles, pistas, lugares donde buscar más datos y su ofrecimiento de que cada vez que necesitara su ayuda, "le diera un grito". Vaya aquí mi agradecimiento.

(8)  The New York Times, edición del 11 de octubre de 1897. New York, EE.UU., 1897. "Filibusteros" era el término generalmente empleado para los cubanos que iban en expediciones desde Estados Unidos para sumarse a la lucha por la independencia.