A mis 15 años, me paseaba yo por la calle Obispo, guajirito
orgulloso, con Manhattan sobre el corazón. No la isla, por supuesto, sino una
de aquellas camisas de poliéster caluroso que hacían su verano en la Cuba
internacionalista y supuestamente no alineada del otoño de 1979. Mi Manhattan
sintética me la había traído una tía abuela de West Palm Beach. Tenía un tigre
precioso (la camisa, no mi tía) en la parte frontal izquierda y el resto era
selva... No lo digo por citar a Guillén el bueno y hacerme Jorge el fino: de
veras el resto de la camisa era una monserga amazónica de lianas y flores
tropicales que ponían muy en duda la supuesta fiereza de mi tigre zurdo).
Siempre asumí que ese nombre camisero, 'Manhattan', era un pujo cubano similar a los tacones Hollywood* y las ventanas Miami. Anoche, cuando pasaba canales frente al televisor, me detuve en el canal de los Yankees, YES, por unos instantes. Ponían uno de esos documentales sobre "la época dorada del béisbol" y Mickey Mantle se acercaba al cajón de bateo. Supuse que iba a dar un jonrón —¿cuántas veces usted ha visto a Mickey Mantle poncharse en el canal de los Yankees?—, y me detuve a verlo. Por supuesto, Mickey hizo un swing monstruoso, mostró el número 7 en esa espalda de mulo, y después la cámara siguió la bola a lo profundo del left-center. Y allí, en la cerca que en su día Babe Ruth cuidaba, vi el anuncio: Manhattan Shirts. Sí, señor, yes, en YES lo vi.
Siempre asumí que ese nombre camisero, 'Manhattan', era un pujo cubano similar a los tacones Hollywood* y las ventanas Miami. Anoche, cuando pasaba canales frente al televisor, me detuve en el canal de los Yankees, YES, por unos instantes. Ponían uno de esos documentales sobre "la época dorada del béisbol" y Mickey Mantle se acercaba al cajón de bateo. Supuse que iba a dar un jonrón —¿cuántas veces usted ha visto a Mickey Mantle poncharse en el canal de los Yankees?—, y me detuve a verlo. Por supuesto, Mickey hizo un swing monstruoso, mostró el número 7 en esa espalda de mulo, y después la cámara siguió la bola a lo profundo del left-center. Y allí, en la cerca que en su día Babe Ruth cuidaba, vi el anuncio: Manhattan Shirts. Sí, señor, yes, en YES lo vi.
Camisa Manhattan del presidente Harry Truman (1951) |
Fui a la computadora y me enteré enseguida: hubo una compañía que
se llamó Manhattan Shirts, camisas Manjata, asere, como se diría en la
calle Obispo. Y resulta que Harry Truman tenía una de 1951, como pueden ver en
su colección de camisas deportivas, que se
parecía a la mía. El hombre que usó los frutos del Proyecto Manhattan usaba
también camisas Manhattan. Sería una obsesión de guajiro de Barton County con
la isla de los rascacielos. ¿Vendería las Manhattan también en su camisería de
Missouri? Quién sabe. La de Harry, en todo caso, no tenía tigre: era
verde que te quiero verde y pare usted de contar. El tigre que le sopló dos
bombas atómicas a los tíos de Mishima era vegetariano cuando se trataba del
estampado de las camisas.
Bueno, pero el asunto es que la marca de camisas Manhattan, contrariamente
a mis peores sospechas, no fue inventada en Marianao. Y es que el maldito
Internet cada vez le deja menos espacio a nuestro orgullo invencionero cubiche. No es de extrañar entonces que haya tanto patriota empeñado en darle largas al cable ese que promete dejar entrar tantos datos incómodos en La Habana.
Ahora que lo pienso, en La Habana de los noventa se le decía "bacteria" a cierto tipo de camisas que las tías del Norte traían a los descamisados sobrinos de la Isla. ¿Habrá existido también alguna vez una "Bacteria Shirt"? Ahora mismo comienzo a poner en YouTube, uno por uno, los 536 jontones de Mickey Mantle, a ver si descubro algún anuncio revelador en la cerca del jardín derecho del Yankee Stadium.
*En la zapatería de mi pueblo, a principios de los años ochenta, había un letrero inolvidable, escrito a mano y con betún negro sobre un pedazo de cartón, que rezaba: "Se ponen tacone Holibo".
Ahora que lo pienso, en La Habana de los noventa se le decía "bacteria" a cierto tipo de camisas que las tías del Norte traían a los descamisados sobrinos de la Isla. ¿Habrá existido también alguna vez una "Bacteria Shirt"? Ahora mismo comienzo a poner en YouTube, uno por uno, los 536 jontones de Mickey Mantle, a ver si descubro algún anuncio revelador en la cerca del jardín derecho del Yankee Stadium.
*En la zapatería de mi pueblo, a principios de los años ochenta, había un letrero inolvidable, escrito a mano y con betún negro sobre un pedazo de cartón, que rezaba: "Se ponen tacone Holibo".