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Tuesday, April 16, 2013

Maduro: El chavismo más duro


El chavismo ha sido, entre otras cosas, un esfuerzo por promover a las clases más pobres, ya sea procurando atención médica o redistribuyendo los petrodólares que deja una industria cada vez menos eficiente. El chavismo ha sido también un esfuerzo continuo para demonizar a los venezolanos que prefieren otro gobierno. Chávez ganó las elecciones de octubre tras prometer una radicalización del proceso que haría "irreversible" eso que él llamó "el socialismo del siglo XXI". Poco más de la mitad de los venezolanos votaron por él. Esa "irreversibilidad" supone la exclusión permannente de los que Chávez llamó —y Maduro llama— majunches, pitiyanquis, oligarcas o traidores a la patria. Pero el anhelo de excluir se complica cuando los supuestos traidores suman el 49% de los ciudadanos del país.

¿Cómo se puede hacer "irreversible" un proyecto que la mitad del pueblo rechaza? Esa debe ser la pregunta que Maduro se hace ahora. En apenas cuarenta días como "presidente encargado", su popularidad experimentó una precipitada caída, a pesar de haber vivido esas semanas en una permanente campaña electoral. Cada vez que a Maduro lo dejan cerca de un micrófono el chavismo pierde partidarios. El autoproclamado "hijo de Chávez" es dado a decir tonterías y, al margen de su curioso espiritismo ornitológico, sus ideas parecen limitarse a dos obsesiones: la repetición necrofílica del nombre del difunto y su pintoresco convencimiento de que todo el que no piense como él es un "heredero de Hitler".


Para la mayoría de los observadores, el estrecho margen de su victoria y las crecientes sospechas de que las elecciones no fueron limpias son los problemas más urgentes que enfrentan Maduro y sus asesores. Pero quizás el ala más dura del chavismo vea esos hechos —y la reacción de la oposición— como una oportunidad para deshacerse de una buena vez de la liturgia democrática que practican cada vez con menos convicción. En sus semanas de mando, Maduro ha ignorado la Constitución —con la anuencia del Tribrual Supremo— cada vez que no le convino lo que esta prescribe. Y él sabe que, por débil que parezca tras las elecciones, nunca será más fuerte que hoy. Y que el camino de las urnas no conduce a la permanencia del chavismo en el poder, a lo que los politólogos llamarían con sorna "el chavismo maduro".

Durante su primer discurso como presidente electo, refiriéndose a la derrota en el refendo constitucional de 2007, Maduro dijo que aquella era "la única elección que perdimos y que perderemos en este siglo". ¿Cómo el líder de un partido que acaba de ganar la presidencia por un margen del 1% puede garantizar que su facción política no perderá otra elección en los próximos 87 años? ¿Estará pensando eliminar "el formalismo" de las elecciones? Si fuera así, las protestas que hoy sacuden Venezuela, y las muertes que se han producido, podrían ser la excusa para declarar una ley marcial e imponer el chavismo de Maduro: el chavismo más duro. Y sería una catástrofe para todos los venezolanos.

6 comments:

  1. Jorge Ignacio, es muy difícil abarcar toda la realidad venezolana. Lo que dices es afirmativo. Agrego que ha estado de moda dividir a los pueblos utilizando la lucha de clases antagónicas como método motivado por el odio, lo cual lleva a un enfrentamiento entre clases en pugna. No niego que exista en la realidad ni que en la historia se haya presentado, pero utilizarlo como método de lucha es mezquino. El chavismo y otros creen que dividir a las sociedades entre ricos y pobres y cargarle a los primeros el estado en que viven los segundos es beneficioso para sus causas, aunque muchos mueran por ese odio inoculado. De ahí vienen todos esos nombretes que Maduro da a sus contrarios, como dices, con ello se agencia a la clase que lo sostiene mayoritariamente y demoniza a la que acusa de los males. Como siempre te felicito por este análisis tan certero. Carlos Cabezas

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  2. Magnifico comentario. Muchas gracias.

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  3. Demonizar y descalificar al oponente salen directamente del manual castrista, y la catástrofe la tienen ya encima los venezolanos hace rato. Obviando la falta de transparencia en el proceso electoral y que Chávez no era el candidato en esta ocasión, dice mucho el que la mitad de los votantes venezolanos prefiriesen a un personaje como Maduro. Este último llevará a su culminación el desastre incubado durante décadas de corruptas administraciones adecas y copeyanas. Te felicito una vez más Tersites por este post tan bueno. Saludos.

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  4. Muy interesante! Me tuve la libertad de ponerlo en mi facebook y quizas abrirle los ojos a aquellos extremistas chavista que es hora de abrir los ojos y mirar mas alla de lo que creen.

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  5. Es real lo qe expones en el articulo..pero a la vez es más real ..que la derecha latinoamericana es la única causante de que la izquierda haya tomado de nuevo la nueva moda del caudillismo..político...por que la derecha se olvido .....de proyectarsé más aún en procesos de desarrollo social.....y ahora la izquierda ..aconsejada por el socialismo cubano..que dicta mucho que decir..usa una de las frases celebres de la historia pilítica .." Pan y circo" y así han podido manipular toda aquellas personas que por incapacdad de penar y reflesionar ...han sido y serán manipuladas por el caudllismo.....

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