Y si Carcassés no quiere hacer de sus conciertos actos políticos, le sobran lugares apropiados para pedir cualquier derecho o hacer cualquier crítica que se le ocurra. Podría, por ejemplo, hacer una película. Desde el documental "P.M." de Saba Cabrera a inicios de la década del sesenta hasta "Alicia en el pueblo de Maravillas", del recientemente fallecido Daniel Díaz Torres, en los ochenta, o el corto "Monte Rouge" de Eduardo del Llano en siglo XXI, los cineastas siempre han hecho las críticas que han estimado pertinentes sin que cayera sobre ellos censura alguna ni se les impidiera mostrar al público sus obras.
En caso de que Carcassés no tenga dotes de cineasta, podría escribir un libro y publicarlo con todas las críticas que desee hacer. Los ejemplos de Lezama Lima, Virgilio Piñera, Cabrera Infante, Reinaldo Arenas, Heberto Padilla, Antonio José Ponte, Roberto Zurbano o Luis Orlando Pardo Lazo están ahí como testimonio de la libertad de expresión que han gozado siempre nuestros poetas y narradores.
Pero si a Carcassés no le interesa escribir literatura y prefiere expresar sus críticas más directamente, podría escribir un blog. ¿Acaso no escriben blogs Yoani Sánchez, Reinaldo Escobar, Miriam Celaya, Lia Villares y muchos otros sin sufrir jamás el menor contratiempo?
O quizás Carcassés prefiera hacer una revista. Y en ese caso Dagoberto Valdés, director de "Convivencia" y ex director de "Vitral", le podría explicar que jamás ha tenido dificultad alguna por decir, escribir y publicar lo que piensa en cualquiera de las dos revistas que ha animado.
Porque el problema no es criticar o hacer algún que otro reclamo, sino saber elegir el momento y el lugar para hacerlo. Y en eso tendría que aprender mucho Carcassés de las personas que hacen declaraciones a favor del gobierno: ellos siempre saben cuándo y dónde se debe hacer. ¿O alguna vez usted escuchó que alguien lo sancionaran por manifestarse a favor del gobierno en un momento inapropiado?
Standing ovation!
ReplyDeleteSaludos a la familia.
Gracias, ZoePé. Me alegro. Saludos.
Delete¡Genial, Tersites! eso mismo, el pobre Roberto no sabe que hay un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar, y aun más cuando la cosa es "sagrada". Saludos.
ReplyDeleteGracias, Miguel. Sí, parece que a Robertico habrá que regalarle una brújula y un reloj para que logre determinar el lugar y el momento apropiados para decir ciertas cosas. Pero lo que más me molesta que es que haya arruinado la solemnidad de la ocasión, que Juana Bacallao ejemplifica tan bien ese video, reclamando los mismos derechos para todos los cubanos... es un escándalo, como decía Tejedor... Gracias por visitar, leer, comentar...
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