Mis amigos de Miami están perdiendo la cabeza. They are going cuckoo… going loco, para decirlo en Spanglish, que es la lengua oficial de Heliópolis (que suena más fino que “La Ciudad del Sol”). No uno, ni dos, ni la mayoría: todos. Toditos todos. Y no solo mis amigos, sino los amigos de ellos también, y los socios de Facebook a quienes no conozco realmente. The whole gang, acere. Como una cafetera… quimba’os del coco to’s ellos, brother.
No, ni idea tengo… ni me imagino qué les pasa. Resulta que se largaron de Cuba, hicieron quién sabe cuántas maromas para cruzar el Estrecho (tan ancho) de la Florida, y plantaron en Miami. Llegaron, se fueron a vivir a casa de la tía, se buscaron un trabajo, se pelearon con la tía, compraron el transportation, aprendieron inglés, consiguieron un trabajo mejor, cambiaron el carro, compraron la casa, ¡aprendieron a encontrar una dirección en Hialeah! Al principio comían en La Carreta o el Versailles los sábados, pero ahora no salen de la casa si no es para ir a South Beach. En fin de año se van a un pueblito precioso de Georgia. Son razonablemente felices, que es todo lo feliz que se puede ser.
Ah, pero la felicidad no les basta. Algún demonio secundario los ha convencido de que no es cool ser feliz en Miami. Y se sienten obligados a explicarte que detestan “este pueblo”. Si tienen una bitácora o blog o como se llamen esos pujos pseudointelectuales, de cada tres artículos uno tiene que ser contra Miami. A veces Pérez Roura parece ser el centro de sus preocupaciones ontológicas, en otras ocasiones son los viejitos esos que tienen una asociación de mambises desvelados o algo así, o los combatientes anticastristas del Parque del Dominó, o el iluminado que adoquina las calles con discos de Juanes.
Todos saben que vivo en un maldito pueblo de campo de Long Island, pero cuando vamos por la mitad de la primera cerveza comienzan a comparar a Miami con New York para ponderar mi suerte. Si les hablo del crecimiento alucinante del downtown de Miami, me aclaran que la mitad de los edificios están vacíos. Me explican después la provisionalidad de todo lo que allí se construye. El transporte público, la congestión del tráfico, los negocios truculentos, las riñas internas de cada una de las 234 organizaciones políticas más importantes, la decadencia del Palacio de los Jugos, la falta de voz de Gloria Stefan: todo condena a Miami ante sus ojos. La corrupción de la ciudad les parece la peor del mundo; los lugares feos les parecen vergonzosos; los lindos, falsos; los fracasos, irremediables; los triunfos, imposturas.
Casi todos los detalles son ciertos, y sin embargo, la conclusión a la que llegan me suena falsa, sobre todo cuando pienso que mis amigos, en general, no se mudan. Algo habrá en “ese pueblo” que ata, hechiza o secuestra. Pero mis amigos de Miami no sueltan prenda… decirlo no sería nada cool. A ver si lo descubro en la próxima visita. Dale (como dicen ellos para despedirse).
Oe: Aunque esos amigos que mencionas se precien de tener blog to', cosa que yo no tengo… me pica…. y he de arrascarme. Lets go back in time and realize that no todos los pobladores de aquella isla antillana semos descendientes de los Condes de Jaruco. A los africanos los trajeron y a los españoles no les quedaba de otra que coger pal punto de moda, que por mucho tiempo fue el puerto de la Habana. Así que los cubanos por repetición llegamos a la Florida no necesariamente por poner a rodar la esfera y ver que sale, cual gitano…. Preguntante tu: por que llegaste a los NY eh? Ohhh… la gran manzana.!! Tu vives en la capital del mundo y on top of that, you do love that city! La que como tu madre dijera: "es lo que la Habana quiso ser" Así que hemos de amarla sin conocerla. Y entonces vamos… y vamos de visita contando con el privilegio de los mejores anfritiones: M,P,T,M &JI. Ahí es cuando people get overwhelmed y after two beers en tu patio y un paseo por Manhattan a la gente le da por hablar cosas raras del gran Miami. Perdónanos, no sabemos lo que hacemos. Es una cuestión coyuntural. Pero we do love Miami. PD: Lately no that much of Perez Roura y sus apapipios del régimen. Ando escuchando a Ricardo Brown en Actualidad 1020-La nueva radio de Miami (Publicidad no paga). Un abrazo.
ReplyDeleteoe Consolacion, mira q tu le diste vuelta a la esfera y pusiste el dedo en Venezuela, y luego saliste uyendo de Chavez :)
ReplyDeleteme haz hecho reir y recordar. anhos 90s y esta guajira y guanaja en medio de la faruandula habanera y plastica "la yerba mala", los "novisimos escritores" y otros specimens. cada vez que nos enterabamos (los q hasta el momento no habiamos pisado un avion) q Carlos Garaicoa viajaba a la gran manzana como tomar la 27 todos suspirabamos. la idea inicial fue reunir dinero (vendiendo camaras fotograficas Zenit) y salir pa' Merida, (los pasajes eran baratos), termine pagando el doble y cayendo en el cono sur.
T, ves? todos nos damos cuenta q no era personal,
como dice mi padre, que modestia aparte, es una de las personas mas inteligentes que he conocido en mi vida: si siempre quieres estar en el lugar que no estas, pensando que todo seria mejor o diferente, si no puedes vivir y ser feliz aqui (aqui es cualquier lugar) tampoco vas a poder vivir y ser feliz alla, (alla es cualquier lugar) la vida, la felicidad no es cuestion de geografia. todo lo demas, como dice mi marido:) es puro bla bla bla
He tropezado con su blog en el que noto ideas bien entrelazadas. Su prosa es facil de leer, rueda. Este articulo, sin embargo, es cojo. ?No es posible querer a Miami y rechazar a Perez Roura y la trituradora de CD's? No veo nada de locura en esa combinacion. Al contrario, parece muy racional.
ReplyDeleteMe parece muy buen post.
ReplyDeleteBueno, los cubanos somos locos por partida doble, o triple, o ... La felicidad está aquí y no está, tampóco allá, se convirtió (la felicidad) en un pájaro de raras plumas y colores indescifrables.
ReplyDeleteacabo de descubrir este blog, francamente, me encanta.
ReplyDeleteAnonymous, David, El Tinajón, Anonymous:
ReplyDeleteMuchas gracias por los comentarios. Curiosamente, este post me trajo varios desaguisados con algunos de mis amigos de Miami. Así que me alegra muchísimo que les haya gustado. Salud y suerte,
Tersites
Al que le pique, que se arrasque.
ReplyDeleteMe ha parecido fantastico el post a pesar de vivir en Heliopolis. No le falta ningun ingrediente.
ReplyDeleteKL
Hace mas de 20 anos que no se de mi amigo Nestor Falcon, escultor graduado en el ISA, por eso cada vez que me encuentro con algun artista de su epoca que haya pasado por el Instituto Superior de Arte de La Habana, le pregunto si sabe de Nestor. Fue asi como converse una vez con su companero de curso Gaston Cabrera. NO tengo tan buena memoria como para recordar el nombre de una persona con la que hable en una sola oportunidad hara unos 10 anos y nunca mas he vuelto a ver, pero conservo su tarjeta para el dia que me reencuentre con Nestor hacerle el cuento "con nombre y apellidos".
ReplyDeleteGaston me confeso que hubiera preferido una y mil veces no haber salido nunca de Cuba y conservar su ilusion sobre Miami. En La Habana, sonaba con llegar a nuestra ciudad de los elefantes,imaginaba el paraiso, el llegar aqui y realizar todos sus suenos.... Me dijo: _ Fui mas feliz en La Habana, con mi grabadora de casetera y un solo pitusa, pero alli podia sonar con Miami.
Gaston pudo salir para Mejico y despues de unos anos alli, si no recuerdo mal, dio el salto. Yo acababa de llegar de Espana y tambien me estaba reponiendo de la desilusion que me llevo el enterarme cuando le pedi a los amigos que me llevaban en carro a conocer la ciudad, que me llevaran al casco historico, que queria ver el centro de la ciudad.
La calle 8 me dejo atonita. Le daban tanto bombo y platillo que cuando la recorri me quede en shock.
Ahora bien, sera un parqueo gigantesco, como creo que dijo el Padre Carlos Manuel de Cespedes, no tendra casco... ni montura... pero sino puedo vivir en La Habana, es esto lo que mas se le parece aunque no se le parezca en nada.
Si miro a Miami como un todo no me gusta nada, pero igual que el escritor que iba apropiandose de las esquinas, asi voy yo amando pedacitos de ella. Y no lo supe con certeza hasta una manana de agosto en que al llegar al parque John U Lloyd de la playa de Dania me encontre conque habian talado todos los pinos, precisamente el motivo por el que esta playa era unica en Miami - teniamos sombra todo el dia-.
Los pinos estaban agrupados en tres montecitos, en uno de ellos estaban los asaderos, pero los dos restantes, al quedar mas alejados de la entrada del parque, parecian casi virgenes.
Me gustaba al mediadia caminar hasta mi bosque privado y dormir una pequena siesta. Acostarme en la arena y mirar los pinos desde su base era como un ritual cada vez que iba hasta alli, como la zona era tan solitaria podia sentir el sonido del viento en las ramasy con suerte contagiarme con la energia de las ardillas que andaban alli como pedro por su casa.
Una vez que uno pagaba los 5 dolares en la caseta de entrada y entrabas al parque te encontrabas que los pinos de ambos lados entrelazaban sus ramas formando un tunel verde y fresco que te hacia olvidar instantaneamente que habias manejado casi una hora para llegar alli.
Aquella manana aquello parecia un cementerio. Todos los pinos talados, para colmo el guardia no hablaba espanol y yo necesitaba una explicacion. Mi amiga Taneta vino en mi auxilio y la traduccion fue peor que la propia masacre: Habian talado los pinos porque no eran oriendos de La Florida y decidicieron sembrar palmeras. Algunas personas escribieron al Herald, otras amenazaron con no volver jamas.
Esto ocurrio hace 5 anos aproximadamente, al ano decidi regresar. Quizas las palmeras ya habian crecido y encontrara alguna sombra.
Todavia quedaban restos de las ramas secas de mis pinos, pero eso si, un flamante trailer estaba plantado en el lugar de mi antiguo bosquecito y alquilaba tumbonas y sombrillas que ahora si que habia que tomar si no querias morir achicharrado por el sol.
Si, habian algunas palmeras... mustias, seconas, como no queriendo plantarse sobre la tumba de los pinos inmigrantes.
Siempre pense que en un pais donde se detenia un juego de pelota porque habian golpeado a un pajarito no sucederian estas cosas.