Bob Dylan y la niña castigada. New York City. Foto: Tersites Domilo |
Por eso en la mañana pasé a comprar el disco, como si fuera un talismán para el día de las maldiciones y los malos presagios. Jon Pereles en el New York Times dijo ya en dos frases lo que hay que decir de este disco. Su crítica comienza diciendo: "Bob Dylan’s voice isn’t getting any prettier." Y cierra con esta oración: "Battered and unforgiving, he’s still Bob Dylan, answerable to no one but himself." ("Maltrecho e impacable, sigue siendo Bob Dylan, y no le rinde cuentas a nadie más que a sí mismo.")
Se podría agregar quizás que hay momentos en que Tempest parece un "remake" de Modern Times, su disco del 2006: "Soon After Midnight" recuerda su canción "When the Deal Goes Down", y "Narrow Way" remeda "The Levee's Gonna Break". Dylan, que fue del folk al rock en tres discos al inicio de su carrera, se ha pasado la última década revistando cada uno de los capítulos de la historia musical americana. Ahora vive —musicalmente hablando— entre los años treinta y cincuenta.
El hecho es que cincuenta años después de su primer disco (Bob Dylan, 1962) este judío errante sigue con su gira interminable, sus canciones nuevas, sus preguntas viejas, sus eternas trampas de palabras. Tiene 71 años, su voz es una ruina babilónica, sabe que su leyenda es de mármol, pero insiste en hacer 80 conciertos al año, cambiando una y otra vez las ochocientas canciones que lleva a cuestas, y sacando un nuevo disco cada tres años.
Por eso uno se levanta en la mañana y va y compra el CD. Y porque piensa que mientras repitamos ciertos gestos él va a estar ahí. (Iba a decir "como si fuera parte del paisaje", pero siendo 11 de septiembre uno sabe que el paisaje también puede ser súbitamente modificable.) Será esa también la razón por la que él sigue tosiendo canciones. Será por eso que cada noche se pone su traje de cowboy enlutado y se recorta el bigotio de Jorge Negrete, para que la película no termine antes que el héroe bese a la muchacha.
En la foto que ilustra el reverso de este disco que acaba de salir al mercado, Bob Dylan exhibe la pose de alguien a punto de marcharse a algún lugar. Y hay que rogar que sea solo al próximo concierto.
[Hace tres años, cuando salió al mercado Together Through Life, escribí este post: "En acción de gracias".]
"Duquesne Whistle" es la primera canción del disco Tempest:
Creo que eso es lo que le agradecemos a Bob, que siga y siga. A pesar de su voz rota y sus canciones nuevas, que son un remedo de las viejas.
ReplyDeleteY ahí estamos, volviendo una y otra vez, acomodando como podemos el paisaje.
Gracias, Tersites.
Saludos a todos por allá.
El vídeo no podría ser de ninguna otra manera. Excelente composición musical. Saludos.
ReplyDeleteUna gran colección de nuevas canciones de Dylan. Para mí, de lo mejor que ha hecho desde 'Time Out oF Mind'. Y eso son palabras mayores.
ReplyDeleteMi muy particular opinión es que lo mejor que hizo dylan fue hasta blood on the tracks o incluso desire..Pero después ya no hizo nada interesante.
ReplyDeleteRAFAEL,NO TIENES NI PUTA IDEA.
ReplyDelete